Nuestro proceso de depuración es completamente innovador y responde a las últimas soluciones científicas con una tecnología europea de punta. De las tradicionales balsas de circuito de agua abierto, en MARISCOS CARRODEGUAS hemos pasado a un sistema de circuito cerrado que permite un ahorro en el abastecimiento de agua y un mayor control de la salubridad del agua y de su temperatura. De este modo evitamos cualquier imprevisto que pueda poner en riesgo nuestro marisco.
El proceso de depuración al que se somete el marisco consta de un circuito por el que gradualmente se van añadiendo tecnologías de limpieza y depuración.
Tres bombas de agua elevan constantemente el líquido desde el depósito de reserva de agua marina.
La primera envía el agua a un enfriador de titanio para adecuarla a una temperatura estable de 11ºC. Una vez refrigerada, el agua llega a un skimmer
o separador de ureas. Mediante un proceso completamente natural, la inyección de ozono (O3 ) provoca la oxidación de las partículas mezcladas en el agua, expulsándolas del proceso.
La segunda bomba se encarga de que funcione el circuito de limpieza mediante lámparas de rayos ultravioletas y de aquí, directamente a unos difusores que alimentarán los contenedores donde previamente se colocó el molusco. De este modo, el agua le llega al animal vivo lo más oxigenada y limpia posible.
Por último una tercera bomba hace que el agua pase por tres grandes filtros con material silíceo y un cuarto gran filtro con material calcáreo. Estos filtros biológicos consiguen que en ellos se alojen colonias bacterianas que convierten el amoniaco producido por los moluscos en nitritos —en una primera fase— y, posteriormente, en una cantidad mínima de nitratos completamente inocuos para la biología del circuito cerrado.
La depuración se complementa con distintos filtros mecánicos. Los más efectivos son los integrados en los mismos contenedores (bins) isotérmicos donde se aloja el molusco durante la depuración. En ellos se retienen las impurezas que el marisco porta de su medio marino y se eliminan del circuito cerrado.
Las exigencias de calidad para el consumidor y los controles sanitarios son una obligada responsabilidad de las empresas que tratamos con productos pesqueros antes de su venta al público.
MARISCOS CARRODEGUAS, buscando siempre la máxima calidad de su producto para el cliente final, hace que nuestro marisco sea analizado por un laboratorio independiente acreditado por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), incluso antes de someterse al proceso de depuración.
Según los resultados obtenidos y tras finalizar la depuración, se vuelven a enviar muestras al laboratorio para un análisis final previo a su envasado y venta a nuestros clientes.